Un mantenimiento básico nos asegura una vida mas larga de nuestra moto manteniendo además sus prestaciones.
Tener una moto no es solo rodar y disfrutar del viento en la cara, también implica cuidarla para que siempre esté lista cuando la necesites. Y no, no hace falta ser mecánico profesional para mantener tu máquina en buen estado, solo necesitas un poco de constancia y prestar atención a ciertos detalles clave.
Si hay algo que afecta el manejo y la seguridad de la moto, es la presión de los neumáticos. Rodar con presión baja puede hacer que la moto se sienta inestable y aumentar el desgaste de las gomas, además de aumentar el riesgo de pegarte el tortazo. Antes de salir, revisa que los neumáticos estén en su punto justo, ni muy inflados ni demasiado flojos.
Si el motor es el corazón de la moto, el aceite es su sangre. Un nivel bajo de aceite o un aceite demasiado viejo pueden causar problemas graves. Revisa el nivel regularmente y cámbialo según las recomendaciones del fabricante. Si ves que el aceite tiene un color oscuro y viscoso, es hora de hacer el cambio, no esperes mucho.
La cadena de la moto es como el eslabón que une la potencia con la carretera. Mantenerla bien tensada y lubricada hará que tu moto responda mejor y evitará desgastes innecesarios. Revisa la tensión cada cierto tiempo y aplica lubricante adecuado después de cada lavado o cada 500 kilómetros. Puede parecer mucho, pero de esta forma aseguramos su funcionamiento de la mejor manera.
No hay nada más frustrante que querer salir a rodar y descubrir que la moto no arranca. Para evitarlo, revisa la batería de vez en cuando, sobre todo si no usas la moto con frecuencia. Si notas que el arranque se vuelve perezoso, y se vuelve algo común, quizás sea el momento de cambiarla.
El sistema de frenos es vital. Revisa el nivel del líquido de frenos y el estado de todo el sistema. Si escuchas chirridos o sientes que la moto no frena como antes, no lo dejes pasar. Unos frenos en buen estado pueden marcar la diferencia entre un susto y un accidente.
Rodar con una luz fundida no solo es peligroso, sino que además te puede costar una multa o la vida. Antes de salir, haz una revisión rápida de las luces: faro delantero, luces de freno, intermitentes y piloto trasero. Si algo falla, mejor arreglarlo antes de que te lleves un buen susto en carretera.
Cuidar de tu moto no solo alarga su vida útil, sino que también hace que cada salida sea más segura y placentera. No hace falta ser un experto, solo prestar atención a los detalles y hacer revisiones periódicas. Recuerda: una moto bien cuidada es una moto lista para rodar cuando la necesites.
¿Qué otros consejos de mantenimiento sigues para tu moto? Cuéntamelo en los comentarios y compartamos conocimientos entre moteros.
Dando Gas - 2025